Nacidos de las sombras y moldeados por las profundidades del Vacío, los Shadowborn son los últimos vestigios de una humanidad olvidada, esculpidos por la oscuridad y definidos por la supervivencia. Descendientes de aquellos que huyeron del colapso del mundo subterráneo de los Vaelkrathü, habitaron durante siglos en las sombras, ocultos en la vasta red de cámaras que una vez pertenecieron a la raza extinta.
La oscuridad del Abismo no solo fue su prisión, sino también su santuario y maestro. Donde otros habrían perecido, los Nacidos de las Sombras se adaptaron. Sus ojos, fantasmales y translúcidos, aprendieron a ver lo que otros no podían, leyendo las sombras como otros leen la luz. Su piel pálida y marcada por cicatrices se convirtió en un mapa de supervivencia, un testimonio de cada generación que soportó la ira del Ojo.
El Abismo era implacable, siempre buscando consumirlos, pero ellos aprendieron a aprovechar su poder, transformando sus sombras en fortaleza. No fueron guerreros por elección, sino por necesidad. Cada sombra ocultaba un secreto, cada susurro llevaba una advertencia y cada paso podía conducir al olvido. Solo los astutos e inquebrantables sobrevivieron lo suficiente para convertirse verdaderamente en Nacidos de las Sombras, llevando la oscuridad dentro de sí.
Portar el manto de un Shadowborn es llevar el legado de aquellos que nunca se rindieron, de aquellos que abrazaron la oscuridad y la convirtieron en su fuerza. No temen a las sombras, porque son parte de ellas.