
00. INTRODUCCIÓN A MARKO ARCHIVE
En el Reino de Azhurn, bajo el tiránico gobierno del Rey Valtor II, hay una historia que pocos recuerdan: un relato enterrado bajo capas de tiempo y vergüenza, conocido solo por aquellos que buscan lo que otros han olvidado. Es la historia de Marko, un hombre nacido del pecado y la oscuridad, cuyo nombre se perdió en la historia, pero cuyo legado perseguiría la tierra para siempre.
Marko nació de una unión ilícita, hijo de una prostituta y del difunto Rey Turzhin II, un vástago demasiado vergonzoso para llevar la sangre de la corona. Su mera existencia era una mancha en el trono, una afrenta a la pureza del linaje real. Para limpiar el reino de esta mancha, Marko fue condenado al Abismo, un lugar donde ni siquiera el más leve destello de luz se atrevía a aventurarse, una prisión más desesperanzadora que la muerte misma.
Pero el Abismo no era una prisión común.
Allí, donde las leyes de la realidad se retorcían y el tiempo no tenía sentido, Marko encontró un extraño destino. En medio de los horrores de las profundidades sombrías, se encontró con un ser antiguo, una figura cuyo cuerpo se había convertido en un caparazón, un fragmento de la perdida Vaelkrathü, la civilización que una vez selló la Fuerza del Ojo en el corazón del Abismo. Este ser vio en Marko algo más que un mero exiliado; Vio la clave de una profecía olvidada, una profecía que entrelazaría para siempre el alma de Marko con el poder del Abismo.
Bajo la guía del anciano, Marko aprendió las artes oscuras, controlando las mismas fuerzas que consumían su entorno. Las enseñanzas eran crueles y estaban envueltas en misterio, y fue a través de ellas que Marko aprendió la terrible verdad: la Fuerza del Ojo, el poder maligno sellado por los Vaelkrathü, estaba ligado a él. No era solo el hijo de un rey olvidado; era el heredero de un legado mucho más oscuro.
En el más desgarrador de los sacrificios, Marko no pereció en el Abismo como estaba destinado a hacerlo. En cambio, absorbió el poder de la Fuerza del Ojo, escapando de las profundidades justo cuando comenzaban a colapsar. El Abismo estaba sellado para siempre, pero Marko se había convertido en algo más: su alma y su cuerpo se fusionaron con la misma oscuridad que una vez había tratado de destruir.
Este nuevo poder llevó a Marko a Azhurn, donde se unió al ala occidental del ejército del reino. Su nombre se extendió como un reguero de pólvora y rápidamente se lo conoció como La Espada Abisal, el guerrero más grande que jamás haya caminado sobre la tierra. Sin embargo, a medida que su leyenda crecía, también lo hacía su hambre. La Fuerza del Ojo, ahora dentro de él, carcomía su ser, impulsándolo a acciones cada vez más oscuras, y su alma, una vez honorable, se corrompió lentamente. Su sed insaciable de sangre lo llevó a una terrible masacre, una que se cobró la vida de mil soldados. Fue después de esta matanza que Marko, horrorizado por sus acciones, desapareció en el desierto, buscando refugio en las lejanas montañas de Tarhal.
Pero el poder de la Fuerza del Ojo no sería ignorado. En las montañas, la conexión de Marko con el Abismo se hizo más fuerte. La tierra a su alrededor comenzó a deformarse, retorcida por el despertar del poder total de la Fuerza del Ojo. La sombra de Marko se convirtió en un reflejo del poder oscuro que había en su interior y pronto se alzaría para desafiarlo. La batalla entre el hombre y la sombra era inevitable, una batalla que los consumiría a ambos.
Al final, Marko fue derrotado por su propia sombra, una manifestación de la verdadera fuerza de la Fuerza del Ojo. El poder del Abismo volvería a la tierra y comenzaría el ciclo de nuevo. Marko, el Sacrificio Eterno, moriría por su propia mano. Sin embargo, incluso en la muerte, su legado permanecería. La Fuerza del Ojo, ahora completamente despierta, apenas había comenzado a ejercer su influencia sobre Azhurn.
Así comienza este archivo: un relato de la vida y la muerte de Marko, un hombre atrapado entre mundos, destinado a ser tanto salvador como destructor. Esta es la historia de un príncipe bastardo, un guerrero consumido por la oscuridad y la eterna lucha entre la luz y la sombra.
"Las sombras no eligen a sus campeones. Los devoran y los transforman."